"O verdadeiro arrependimento é a expressão de que já fomos perdoados"
Quando seguimos a ética essencial compreendemos que não temos direito a exigir nada. A questão mais bem é que se nos aceite o nosso serviço. Devemos sentir-nos agradecidos de que as nossas intenções realmente possam ser úteis.
A consciência do próprio mérito avergonha e denota hipocrisia.
Sobre as justificações poderiamos dizer:
O que actua bem não tem justificação e o que actua mal melhor que não se justifique.
Um conto
Conta a tradição tibetana que Gueshe Chekawa foi a casa de uma família e viu um texto escrito pelos Gueshes Kadampa. O texto dizia:
"Oferece a vitória e o proveito aos demais e toma sobre ti a derrota e a perda"
Chekawa ficou muito surpreendido por estas duas linhas e decidiu indagar e procurar alguém que lhe pudesse aclarar o seu significado. Ele pensava que devia envolver alguma sabedoria oculta.
Encontrou que esse ensinamento procedia dos Oito versos do treinamento mental de Langri Tangpa mas ele já estava morto.
Procurou, procurou e procurou...E encontrou a Gueshe Sharawa, que dava ensinamentos tradicionais sobre ética e moralidade. Chekawa disse-lhe:
- Os vossos ensinamentos não me inspiram e eu queria que me mostrasseis a relação entre os versos Kadampa e os vosos ensinamentos.
- Que versos são eses?- perguntou Sharawa
- Oferece a vitória e o proveito aos demais e toma sobre ti a derrota e a perda- disse Chekawa.
- De quem é isso? - perguntou Sharawa
- De Gueshe Langri Tangpa, mas ele está morto- disse Chekawa. Es capaz de pôr isto em prática? É isto um ensinamento puro do Dharma?- continuou.
- Não importa se se pode pôr em prática ou não porque isso depende dos indivíduos. Uns podem e outros não podem, mas sem pôr isto em prática é impossível conseguir a Iluminação suprema.
Desde então Gueshe Chekawa recebeu os ensinamentos do Lo-Jong (treinamento mental) de Gueshe Sharawa durante treze anos.
Gueshe Sharawa, que passava por ser um simples mestre de moralidade, mas que na verdade era um consumado mestre na prática de Tomar e Dar (Tong Len), conduziu Chekawa à suprema Iluminação.
Mas foi Guesshe Chekawa quem divulgou o segredo (com as suas práticas) para que todos aqueles com boa vontade se pudessem beneficiar:
"Oferece a vitória e o proveito aos demais e toma sobre ti a derrota e a perda"
3 comentários:
Precioso. El que actua bien tampoco necesita justificarse, si el bien que hace es verdadero. La palabra justificarse derivó injustamente, en mi opinión, hacia un valor positivo innecesario y producto de una moral utilitaria. No debería significar más allá de "hacer justo un acto a través de una expresión lingüística, es decir explicarlo" pero eso no lo hace mejor.
Hay una meta muy atractiva que puede estar detrás de toda conversión: una derrota o pérdida grande, lo más grande posible, es fuente de sabiduria duradera...¿Pero quién enseña a perder en la sociedad del éxito?
Muchas gracias, Chiqui, un abrazo.
Hay un dicho de la antigua cofradía de los sarmouni que dice:
"Cuando el yo llora porque perdió, la esencia ríe porque encontró"
El método aquí indicado es también una práctica meditativa común a toda Asia Central. En el sufismo está ligada a la forma malamati y es la esencia de toda verdadera realización. Es evidente que la persona que hace esto tiene que estar más allá del masoquismo, en el sentido de no sentirse identificado emocionalmente con la "perdida". Es un acto de amor y generosidad que debe hacerse sin ningúna conciencia de mérito y sintiendo gratitud por poder ayudar a otros. Pero es una práctica que toda persona puede hacer de alguna manera.
Con respecto al éxito habría mucho que hablar, comenzando por la etimología ("exitus" y sus sentidos paradójicos), pero recuerdo una cita de Borges en su libro sobre la literatura germánica medieval. Un noble dice a su hijo en lecho de muerte:
"De tu padre aprende valor y verdadera entereza. De otros el éxito"
Creo que debemos aspirar a tener éxito. Pero el verdadero, no el aparente.
Con respecto al hecho de justificarse, creo que el problema vendría de intentar hacerse justicia a uno mismo. Uno no debe defenderse a si mismo. Precisamente el bien, lo bueno, no necesita explicarse. Pero si lo hiciésemos perderia fuerza e incluso se desvirtuaría. Esta es la razón por la que Sócrates, realmente, no se justifica cuando es llevado a juicio. Por ello es considerado arrogante. Pero ¿quienes son los arrogantes? El pueblo también prefiere a Barrabás después de todo. Jesús tampoco se justifica pero el cristianismo es el heredero de la conciencia de culpa de la cruz (que curioso!)Como dicen en Asia central: quedaos vosotros con la cruz, nosotros tenemos a Jesús.
Bueno, Conchita, un gran abrazo y disculpa la demora en la respuesta.
Me he permitido transcribir tu entrada en mi blog. Gracias a ti por contestarme.
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